llevo dos días sin dejar de pensar en escribir todo lo que se me pasa por la mente, llevo dos días con multitud de pensamientos, llevo dos días con una tristeza que no me corresponde sentir, ya que no es a mi a quien le toca sentirla.
Creo que a todos nos ha afectado de alguna forma la muerte de Tito Vilanova.
Por un lado, me da rabia que a los que no estamos tocados directamente por esta enfermedad, nos demos cuenta de lo cruel que es, cuando muere algún personaje mediático, y no seamos conscientes de que cada día hay numerosas familias tocadas por esta desgracia.
Realmente pobre familia la de Tito, pero también pobre familias todas las que cada día sufren y no tienen los medios para sobrellevarlo igual.
Qué tendrá esta enfermedad que ni con todos los medios y con todo el dinero del mundo no se le puede hacer frente cuando ella se empeña en llevarse a alguien. Ante ella, y en muchos casos, nadie es más que nadie (menos mal que sólo es cuando ella se empeña...).
Por otro lado, tras este sábado, me siento muy, muy afortunada de tener a mis padres con 61 y 60 años, y a mis suegros con 73 y 70. Creo que soy una privilegiada porque ellos hayan podido vivir y conocer a su nieta.
Después de ver que hay padres que no pueden vivir la boda de sus hijos o el nacimiento de sus nietos, me siento realmente una afortunada de haber compartido con ellos los momentos más felices de mi vida.
No conocí personalmente a Tito, aunque ha estado varias veces alrededor de nuestra vida.
He de decir que admiro cómo ha llevado la enfermedad y la discreción y elegancia ante los medios. Aunque ya hacía unos meses que sabíamos que estaba bastante mal, todo se ha mantenido hasta último momento en la más absoluta intimidad, y esto se agradece. Creo que cada uno recoge lo que siembra y él ha recogido, ante todo, respeto.
Siempre digo que no soporto los homenajes póstumos, creo que los homenajes hay que brindarlos en vida, una vez que no estás creo que no procede homenaje alguno, ya que el protagonista no lo puede disfrutar.
Y me alegra que Tito se fue sabiendo lo mucho que la gente de Barça lo quería y respetaba.
Me siento orgullosa de sentir el deporte como parte de mi vida cuando veo que ante desgracias como esta no hay colores, no hay escudos, no hay competiciones. Todos somos un mismo corazón. No es justo y punto!
Poco o mucho más que decir, son momentos, son pensamientos, son flashes que me van y me vienen desde hace dos días, son palabras y letras que sabéis que me salen solas y las tengo que plasmar en un papel, las tengo que gritar al viento y las tengo que compartir para que no sólo queden para mi, para que formen parte de algo, para que hagan pensar, sentir o llorar.
Sólo que después de días así uno se plantea mucho mucho lo que nos depara esta vida. Realmente tenemos un destino escrito?, realmente estamos aquí hasta cumplir nuestro cometido?, no tengo nada claro, lo único que se es que no es justo que niños que aun necesitan a sus padres se queden sin ellos, al igual que haya padres se queden sin sus hijos. Sean personas públicas o anónimas.
Vale la pena estar cuidándose toda la vida?, realmente si lo hacemos la vida luego nos respeta?.
Creo que lo único que nos queda es vivir el momento, no el ayer ni el mañana. Porque el ayer no lo podemos cambiar y el mañana no sabemos lo que nos depara.
Simplemente os aconsejo, aun sabiendo que no soy nadie para hacerlo, que intentéis ser felices, reír y decir te quiero cada día.
By Sonia
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